Según documentos históricos dejados con especial detalle por chinos y árabes –aunque también se menciona en documentos de otras civilizaciones de la época– en el año 1006 pudo verse en el cielo la explosión de una supernova. El destello tenía el tamaño de la Luna, se veía a plena luz del día y permitía ver durante la noche.
En realidad la explosión del objeto que hoy llamamos SN 1006, cuyos restos son aún visibles, habría tenido lugar unos 7.000 años antes de que su luz llegase a la Tierra. Ha sido hasta la fecha el objeto con la magnitud aparente más brillante de la que se tiene registro.
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